Cumpliendo la Tarea «Trascendiendo los hábitos de la vieja energía»

Me desperté hora y media antes del amanecer, reconocí a mi consciencia abrazándome y preparándome para el regalo. Consciente y adormecida hasta cerca del amanecer, fui recibiendo mensajes de todo tipo hasta que fue claro que debía incorporarme.

Completamente despejada pero en ese estado receptivo percibí la energía potente como un murmullo dulce, intenso, maravilloso. Las palomas del palomar que está junto a mi ventana arrullaron elevando el volumen y la intensidad, ellas también lo percibieron.

Me uno a mi consciencia y me da mensajes amorosos, que me ayuden a superar los escalones con los que me encuentro. Me avisa de la importancia de trascender los viejos hábitos en el hablar y actuar que adquirí de la vieja energía y que aún se cuelan a veces.

Al relacionarme con los demás mas veces de las que quisiera caigo nuevamente en el error de comunicarme con la forma verbal de la antigua energía aunque ya no piense de ese modo. Soy consciente en cuanto estoy pronunciando las palabras, me felicito por la consciencia de darme cuenta y rectifico la frase, la cambio y le pongo el sentido y la energía que realmente es armónica con mi sentir y con lo que quiero para mi vida.

Las acciones me cuesta más identificarlas por la costumbre. No obstante he pedido ayuda y noto que me están ayudando a darme cuenta y rectificar cuando tiendo a reaccionar por costumbre en lugar de decidir plenamente consciente lo que quiero hacer. Un ejemplo, he decidido estar un rato bajo los árboles escuchando la naturaleza y de pronto lo dejo todo y me encuentro que estoy siguiendo un impulso que un pensamiento me trasladó hacia una tarea para hacer. Al darme cuenta, vuelvo bajo los árboles donde estaba y pospongo la tarea.

Es un día raro hoy, me encuentro cansada, muy pesada y le pregunto a mi ser superior. “Descárgate, bebe agua. Estás transmutando y liberando los obstáculos y las limitaciones de la humanidad.” Me paso un rato abrazando a los árboles y transmutando con las oraciones y siento como toda esa energía pasa a través de mi y vuelve el bienestar.

Las libélulas ya me estaban avisando, llevo días que me siguen por todas partes. Pero enfrascada en las tares que tienen fecha de entrega en el calendario no les podía dedicar el tiempo suficiente requerido para atender la petición. Hasta que el cuerpo se torna pesado y te avisa de que está cargando con más de lo que le pertenece.

Liberada la carga podemos seguir con la tarea a entregar, siempre sin descuidar el verdadero motivo por el que estoy aquí. Y para eso ya sé cómo se logra, cada día estoy trabajando en estar presente y en eje para fluir con la vida y ser consciente de lo que esta me dice.

Bendiciones.

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