Ayer fui consciente de mi inmortalidad, de este viaje que ha necesitado de tantas vidas como personajes para realizar mi aprendizaje.
No estoy sino en un punto de mi viaje sirviéndome de este cuerpo, de este personaje, el perfecto para esta parte del recorrido de mi viaje.
Con amnesia, es cierto, de los recuerdos de otras vidas.
Pero con la experiencia de lo aprendido, con el alma llena de sabiduría, deseando compartirla y poder aplicarla al camino que estoy recorriendo.
Sin duda mi alma sabe, lo que es mejor y más amable para mi recorrido.
Y me lo muestra dentro de las capacidades de entendimiento de mi mente, una mente limitada a esta única experiencia de vida.
Y mi mayor deseo es unirme a esa alma, sentirme una, completa, con ella.
Y vivir este camino disfrutando la experiencia y realizando mi tarea-misión con el objetivo original que fue programado.
Ser feliz y vivir esta aventura plenamente, confiada mientras me dirijo a casa en este viaje emocionante.
Ruth Libélula Azul.